La periodoncia es el campo de la odontología que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las llamadas enfermedades periodontales, que son: la Gingivitis y la Periodontitis; éstas resultan de una infección bacteriana debida a la acumulación de las mismas en las encías que destruyen las fibras de inserción de los dientes (encías) y el hueso de soporte que los mantiene fijados en los maxilares.
Dependiendo del estado de la enfermedad periodontal, ésta se divide en dos:
Gingivitis: en este momento, la infección afecta solo a la encía que se inflama, enrojece y sangra tras el cepillado. Este proceso es reversible detectado de forma temprana.
Periodontitis: si la gingivitis no se trata a tiempo, la enfermedad deriva hasta convertirse en una periodontitis. Además de los anteriores signos que hemos visto en la encía, la infección penetra por debajo de la encía creando bolsas periodontales, atacando la raíz y el hueso que sujeta al diente pudiendo provocar incluso su pérdida. La periodontitis es irreversible y puede repercutir negativamente en ciertos aspectos de nuestra salud general.
1ª fase: Gingivitis
Cualquier afectación periodontal comienza en la encía. Ésta pasa de color rosado a rojo intenso, aumenta de volumen, duele levemente y sangra al cepillarse los dientes.
2ª fase: Periodontitis inicial
La encía se retrae, es decir, los dientes parecen más largos. Se pueden apreciar grandes depósitos de sarro en los dientes, sobre todo en la parte frontal inferior.
3ª fase: Periodontitis moderada
Existe una ligera movilidad de los dientes. Los dientes se desplazan y se crean espacios entre ellos. Las encías aparecen enrojecidas y sangran con facilidad. La halitosis y el mal sabor de boca son característicos.
4ª fase: Periodontitis severa
Los dientes se mueven en exceso hasta que terminan por caer. La encía sangra abundantemente y duele, lo que impide al paciente cepillarse correctamente los dientes, hecho que agrava aún más el problema.
En ocasiones la enfermedad periodontal puede progresar sin ningún síntoma ni dolor. Durante una revisión dental regular, el dentista busca señales de la enfermedad periodontal, por lo que la enfermedad aún no detectada puede ser tratada antes de que avance.
También es posible tener la enfermedad periodontal sin notar ninguno de estos signos. Por esta razón es importante solicitar un examen periodontal.
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